lunes, 13 de septiembre de 2010

Hacela Corta III: Un zumbido incesante de comunicación

Por Ane Sabbatella.

 Hacela Corta III creció en cuanto a montaje. Cuando llegué al Anexo, me encontré en el hall con los chicos armando la radio, pegando carteles, y montando la exposición. Estaban esparcidos y conversaban entre ellos. La gente de muchas carreras pasaba por al lado, miraba, se preguntaba acaso qué era todo aquello. Yo me encontré en la entrada con el “Comuñe”, un gran muñeco de trapo bastante aterrador que, según supongo, lo hicieron para exhibir los avisos de Hacela Corta. No sé, pero fue la segunda vez que vi a este misterioso personaje.


El encuentro del jueves 9 de septiembre mostró un trabajo de diseñadores de exposiciones. ¿O quizás me pareció, no más? Yo lo encontré como un trabajo difícil y bien detallado. La consigna esta vez era exponer fotografías y hacer una radio abierta. Se ocupó todo el hall del Anexo de la Facultad para hacer las actividades, desde las 16 hasta las 22 hs. La muestra fotográfica estaba presentada en el aula 1 de la planta baja, el montaje era atractivo, las fotos se exhibían en caballetes, sobre móviles de goma espuma plástica en forma de cubos, sobre las paredes, colgaban del techo. Todas las fotos tenían sus autores y títulos. Eran fotos profesionales, salvo algunas pocas. Yo no presenté mis fotos porque aún no cursé la cátedra de Fotografía y no sé sacar buenas fotos como el resto.

La radio abierta se puso en la entrada al Anexo. Allí muchos estudiantes presentaron sus programas, entre los cuales recuerdo Tal Cual, La casa está en orden, Se nos cayó el invitado… Los estudiantes de Portugués presentaron un radio teatro que no entendí muy bien. Algunos estudiantes de Lengua y Comunicación leyeron sus narraciones recogidas de relatos en la ciudad. Y durante la tarde siguieron las actividades radiales, como un zumbido de abejas que invadía hasta el segundo piso del Anexo. El zumbido era continuo, incesante, torpe, llegó a ser fastidioso.

Entretanto mirar, descubrí que el piso estaba cubierto por carteles, era una especie de diagrama en forma de flechas que te dirigían desde la radio hacia la muestra fotográfica. Luego miré las paredes, también llena de carteles. Cuando me dirigí a un rincón de la muestra fotográfica, noté que había algo muy peculiar. Yo diría que era algo muy parecido a una tarima toda cubierta de hojas de diarios sujetos entre sí. Detrás de esa ‘tarima’ había unos 4 papeles largos pegados en la pared, en blanco, dispuestos a ser escritos. Entonces me paré en esa tarima, como tantos otros también, y hablé sobre los medios. ¡Recibí un diploma! Tal vez era un souvenir de Hacela Corta III. Vi que también repartían la gacetilla No PrecisaMente, en la que hay publicaciones de los estudiantes de la Facultad.



Me quedé hasta el final, aproximadamente a las 22.00 hs cuando los chicos de Cacubra tocaron los tambores, los djembés, y los pandeiros que hacen sonidos de las zambas de Brasil. Cuando ya -por fin- hubo silencio, les ayudé a los organizadores a guardar las sillas, a despegar los carteles, las cintas; hasta que el hall se volvió, en comparación con lo que fue hace unas horas, algo desierto.



Me hubiera gustado animarme a felicitar a los que idearon y organizaron Hacela Corta III, porque, viendo que materializan sus ideas con el fin de hacer algo para todos, tengo la sensación de que ésos son los buenos compañeros.

Ane Sabbatella

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